En su editorial del 26 de enero, El País afirmaba:
«La corrupción en Cuba es conocida desde larga data. Pero ahora queda al desnudo en toda su enormidad…»
¡Guau, si esto es así, tienen una bomba de noticia! ¿Lo es? Pronto, el lector va a descubrir que no. Que se trata de un discurso generalizador, cargado de hiperónimos e hipérboles que pasan de lo particular a lo universal.
Con
toda una sección en El País para los cables de Wikileaks, la noticia que analizamos hoy, enviada por los lectores, merece una disección
frase por frase. Este castigo (para el lector también puede llegar a serlo por la extensión de este texto) tiene su origen en nuestra creencia de que toda publicación opinativa con fuentes no verificadas merece ser duramente reprochada.
«La corrupción en Cuba ha avanzado hasta tal punto que se ha convertido en un fenómeno generalizado que alcanza a altos funcionarios, miembros del Partido Comunista Cubano y profesionales sin adscripción política».
Empezamos con un sinsentido. Se deduce aquí que la corrupción viene de abajo (¿del pueblo?), y no de arriba. En una apresurada opinión, yo diría que la corrupción cae del cielo, como lluvia ácida, no brota en el campo. Más aún, citando a Eduardo Galeano: «Nos mean y los diarios dicen: llueve”. Asimismo, la corrupción no “avanza”, ya que no hay una meta o fin deseable, la corrupción “aumenta”. Y menos aún, y por desgracia la corrupción no suele llevar a “la caída” a los gobiernos. Pero vale, se entiende el posicionamiento sucio, dejémonos de poesía política.
«Así lo sostienen diversos informes de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, que a través de declaraciones, relatos, datos y anécdotas retratan las prácticas corruptas que se han instalado en un régimen asediado por la penuria».
Hmm, relatos, anécdotas… Es el propio analista de El País quien se desvela como encubridor de literatura barata filtrada como «cable de rigor». No obstante, ¿qué iban a decir los Estados Unidos sobe Cuba? A ver, necesitamos fuentes… ¡Es pronto para valorar la noticia!
«Entre estas, siempre según los cables, figuran las comisiones ilegales cobradas por funcionarios a cambio de concesiones y cuyo monto es depositado en cuentas abiertas, a su nombre o al de personas interpuestas, en bancos extranjeros».
¿Bancos extranjeros? Aha… O sea que la corrupción no se gestiona desde dentro. ¿En qué quedamos?
«Un informe de la legación (
61899) recoge la información proporcionada sobre este asunto por un empresario suizo: «Como en cualquier lugar en el mundo, un contrato de un millón de dólares supone (para el comisionista cubano) 100.000 dólares en el banco»».
“Como en cualquier lugar del mundo”. El paréntesis contradice la frase, pero se entiende que no quiere caerse en la confusión. ¡Hablamos de Cuba! Por otro lado, ese empresario suizo no es parcial. Los vínculos entre la Confederación Suiza (Departamento Federal de Asuntos Exteriores (DFAE), y la Sección de Intereses de EEUU
se ven fácilmente: Vamos, que
una relación interestatal es el origen del cable.De todas formas, ya estos días pudimos comprobar las absurdeces que esta entidad, la Sección de Intereses de Estados Unidos (que, como su propio nombre indica, vela por sus intereses), a través del comunicado de Michael Moore, en el cual desmintió la inventiva mediática promovida por esta entidad, y difundida en el prestigioso
The Guardian. (
ABC la publicó cuando ya había sido desmentida).
«El informe fechado en el 2006, cuyo contenido en líneas generales es reafirmado en cables de años posteriores (250873), señala que estos funcionarios no son tanto miembros de la elite revolucionaria como pragmáticos que se han hecho un espacio dentro de un rígido sistema comunista».
Oh. Un cable sin enlace. 250873. ¿Existe realmente? Teniendo en cuenta que son fuentes adquiridas, es un archivo. Un archivo que no publican demuestra que, aunque la noticia sea “Wikileaks pone al descubierto lo que EEUU dice y piensa de Cuba”, El País decide implicarse en esa cortina de humo con sus propias estrategias de desinformación. Por lo que no quiero dejarme ningún párrafo sin comentar.
«Cita como ejemplo al ex ministro de Turismo Ibrahin Ferradaz,
destituido en el 2004 por corrupción. Había sido nombrado en 1999, en sustitución de Osmany Cienfuegos, defenestrado tras el cese de varios ejecutivos de las empresas turísticas Rumbos, Horizontes y Cubanacán. La cadena británica BBC afirmó entonces que habían desaparecido de Cubanacán varios millones de dólares, extremo negado oficialmente».
Uy, ¿qué es todo esto? ¿De qué se habla exactamente? ¿Por qué un salto tan atrás? La cita de BBC se refiere a esta publicación (
*), en la cual se dice que Cuba arrestó a Juan José Vega y otros altos cargos en la empresa Cubanacan (en una época en que se potenció el turismo hacia la isla). Pero Cuba no negó nada, las investigaciones, tal y como dice esta misma noticia (y para la cual no hace falta un Wikileaks), estaban investigando. ¿Entonces? Pues de momento no tenemos nada salvo un círculo cerrado de informaciones que ya existían. El País tiene que remitirse hasta 2003 para encontrar un caso documentado. Y es curioso, ya que para condenar la endémica ineficiencia productiva del centralismo económico del sistema cubano no haría falta revolotear tanto. Por ejemplo, la carencia de estadísticas actualizadas (tanto de la ONU, CEPAL, o denunciar la parcialidad de la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba). Pero eso no vende ya que no hay gánsters y drogas. Y el caso Cubanacán siendo comentado entre colegas políticos en hilos que arroja Wikileaks, no es relevante.
«La información enviada al Departamento de Estado por su representación en La Habana menciona como «ampliamente rumoreado como corrupto» al general Julio Cesar Regueiro, casado con Dania Rodríguez, hija de quien fuera vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Carlos Rafael Rodríguez. «Algunas instalaciones del Estado son administradas, de hecho, por ’mafias». En esta línea, un cubano dijo al consejero político de la Sección de Intereses que el director de un centro de distribución de pan colocó a sus amigos en centros decisivos y controla toda la cadena estatal de panaderías».
Esas mafias deben ser muy profesionales, ya que no se dejan ver por ningún lado (búsqueda en Google:
“mafias cubanas”), y solo el gobierno estadounidense conoce (¿por qué será?). En
Periodismo Humano, ningún tema referido a Cuba denota estas tramas tan alarmantes. Claro que es un medio joven. Pasemos a una organización anticastrista:
Amnistía Internacional. Busquen asuntos sobre corrupción. ¿Encuentran algo?
«Pese a las campañas y sanciones oficiales contra las prácticas corruptas, que incluyeron el despliegue de 30.000 jóvenes del Partido Comunista Cubano (PCC) y de la Liga de Estudiantes para inspeccionar gasolineras y libros de contabilidad del sector hotelero, esas prácticas «reinan» en Cuba, donde la mayoría de sus 11,2 millones de habitantes trabaja en empresas del Estado, al mando de todos los recursos en oficinas, almacenes y escaparates».
Normal, sobre todo cuando existe un bloqueo desde Estados Unidos de las empresas transnacionales para que ni siquiera intenten jugar en el terreno isleño.
Y esto lo decía El País. En
Periodismo Humano: «En 1992, año en que G. W. Bush ultimaba la aprobación de la Ley Torricelli, que proponía medidas más estrictas en el aislamiento de Cuba (entre otras, la prohibición de comerciar con la isla a terceros países).
«El ex embajador español Carlos Alonso
comentó a los diplomáticos estadounidenses: «La corrupción es necesaria para sobrevivir. Y cuando en la mayoría de los países de América Latina, un escándalo de corrupción consiste en que una persona robe once millones de dólares, en Cuba es que cada uno de los once millones de cubanos robe un dólar»»
Esta analogía que acusa a las gentes de Cuba y estereotipa a todo un continente de “corrupto” (hasta 20 veces puede leerse esta palabra en la noticia, a veces varias en la misma frase, como una obsesión del redactor al transcribir el prestigioso material). Afirmar que la corrupción es necesaria para vivir en Cuba es muy grave, porque, una vez más, se anteponen las preferencias políticas al trato humano y respetuoso de millones de personas.
Una duda: ¿cuando dice «diplomáticos estadounidenses», ese «diplomáticos» es un sustantivo o un adjetivo calificativo?
«Para la legación estadounidense, profundamente anticastrista, ese monopolio estatal hace que «corrupción y robo sea la misma cosa». «Las prácticas corruptas incluyen el soborno, la malversación de los recursos estatales y los chanchullos contables», señala el cable».
¿? Afirmar constantemente no lleva a nada.
En esta línea, se destaca que muchos de los puestos potencialmente más rentables suelen ser asignados sobornando al funcionario que decide. «Por ejemplo, un trabajo con acceso a una gasolinera puede costar miles de dólares, (pues permitirá al beneficiario traficar con el combustible)». Un trabajo en el sector turístico, con acceso a las propinas, puede costar cientos de dólares. «Un cubano en el paro nos dijo que conseguir un trabajo en la empresa estatal puntera CIMEX (Comercio Interior Mercado Exterior) le costaría más de 500 dólares».
Se llaman
impuestos, y son fundamentales para el socialismo o el comunismo. Bien aplicados, se invierten en la igualdad
¿Qué sentido práctico tiene replantearlo en la manera de “cuánto cuesta cada trabajo”? La utilidad reside en hacia dónde va el dinero de los trabajadores cubanos, y aquí sí debatiríamos el tema de la educación, la cultura, la inflación de estadísticas frente al despilfarro en armas (
España ha vendido a Cuba materiales de antidisturbios por 0,5 millones de euros).
«Los policías «son famosos por aceptar sobornos» tras imputar a los conductores una miríada de transgresiones, escribe Michael Parmly, que dirigió la oficina diplomática en La Habana entre los años 2005 y 2008. «Son tan corruptos que el gobierno renueva las filas del cuerpo con reclutas no maleados del Este (de la isla). Pero a medida que el tiempo pasa, las nuevas plantillas llegan a ser tan corruptas como las antiguas, y hay que incorporar otra nueva tanda para reemplazarles»».
La policía en Cuba es corrupta porque la Sección de Intereses de EEUU en La Habana reconoce la eficacia de estar persiguiendo a “terroristas” (como llama a los disidentes). Aunque la afirmación “son tan corruptos que tienen que buscar a otros menos corruptos que acaban corrompiéndose”, es, si acaso, entretenida (
Enlace al cable).
«Para la legacion deiplomática…
(Clara muestra de la redacción apresurada de este artículo)
…el robo y la corrupción de supervivencia son generalizados en los sectores del turismo, el transporte, la construcción y la distribución de alimentos, que funcionan en paralelo a un mercado negro del cemento, la pintura y la madera. Cita el caso de una mujer que confesó a sus funcionarios haber podido arreglarse la dentadura «pagando divisas a una clínica dental clandestina, dirigida por dentistas del Ministerio de Salud y equipada con material robado al Estado»».
Bueno, esto es terrible. Pero no tiene ninguna trascendencia política.
«El dueño de uno de los pequeños restaurantes por cuenta ajena autorizados por el gobierno (paladares) fue visto salir del local en un vehículo con matrícula del Ministerio del Interior (MININT), detalle presentado como prueba de que en los cuerpos de seguridad también hay quien se lucran en negocios privados».
“Qué mala es la gente”
«Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), presentes en todas las manzanas de edificios de Cuba y al cargo de la distribución de determinadas mercancías, aplican dos criterios a la hora de asignar los productos más demandados, televisiones y frigoríficos, por ejemplo. «Las credenciales revolucionarias (de los peticionarios)… y su capacidad adquisitiva». Otro despacho enviado a Washington en el año 2009 (194480) efectúa la siguiente valoración: «La corrupción en Cuba es una herramienta de supervivencia aceptada. Los cubanos ganan una media de 18 dólares al mes, y los mandos medios policiales perciben esa cantidad». No obstante, precisa que conductas consideradas corruptas en Estados Unidos, como el conflicto de intereses o el tráfico de influencias, son procedimientos normales en Cuba».
No link no party. Aún así, en la línea.
«Las autoridades toleran las corruptelas…
Error. Una corruptela es: «mala costumbre o abuso, especialmente los introducidos contra la ley», cuyo sufijo denota además la superficialidad de estos asuntos en la conjuración macrosocial que se interesa fabricar.
… de supervivencia hasta cierto punto, pero cuando saben de desvíos importantes actúan con severidad. En ese sentido, la Sección de Intereses comunica a Washington, en el año 2007 (
102674), la versión de que el ex ministro de Justicia Roberto Sotolongo fue destituido por estar implicado en una trama de corrupción relacionada con el cobro por el acceso a cuentas de internet…»
¿Qué? (Perdonen mi aburrimiento)
«…y por el hecho de un subordinado fuera detenido tratando de salir ilegalmente de Cuba con 25.000 dólares. En el mismo, despacho cita una fuente, que califica de fiable, que atribuye al ex ministro cargos más graves: participación en el tráfico de migrantes. La cúspide del partido también fue alcanzada cuando Juan Carlos Agramonte, miembro del Buró Político, fue encarcelado en el 2006…
¿Lo adivinan? Sí…
…por corrupción».
Wikileaks ha servido todos estos meses para
verificar escándalos que ya sabíamos. El poder, a través de las filtraciones,
se ha contemplado a sí mismo en un espejo, pero se ha alarmado de ver su envejecimiento y sus arrugas. En Cuba, según estas filtraciones, de pronto hay una insostenible y oculta trama de… (suspiro) corrupción. Sería entonces el primer Cablegate verdaderamente nuevo, con hechos documentados a los que previamente ninguna entidad (Amnistía Internacional, Human Rights Watch… por citar algunas anticomunistas), había tenido acceso. El propio cable que publica El País (aunque luego citen como fuente un cable inexistente para el lector):
«…la corrupción en un país donde el engaño se ha convertido en una forma de vida. Porque la mayoría de los cubanos trabajan para el Estado».
¡Trabajar para el Estado es una forma de corrupción! (estoy hastiado del término).
Esto ya es obsesivo. En Occidente se está ignorando cada vez más la importancia del intercambio redistributivo centralizado en nuestros estados occidentales europeos, con el importante papel del sector público como agente movilizador de recursos económicos. Y aunque aquí se incluya el mantenimiento de muchas formas burocracia, gastos suntuarios de las élites políticas, o financiación de los ejércitos, el bienestar social es infinitamente mejor.
«…parecía que la investigación de Julian Assange apuntaba contra Estados Unidos y no contra la dictadura de la familia Castro». La cursiva, nuevamente nuestra, indica una interpretación desafortunada, no de lo que esperase el gobierno cubano (que los medios reinterpretasen Wikileaks a su antojo), sino de lo que el propio periódico esperaba poder hacer».
“Parecía que no pero al final sí nos salimos con la nuestra, con esta inversión que nos permite convertir en fuente nuestras interpretaciones de la realidad para beneficiar a nuestros clientes”.
«Será interesante observar la forma como Fidel Castro, señalado ya por «Forbes» como uno de los más grandes millonarios del mundo, dará una de sus clásicas volteretas, frente al inesperado vuelco que han dado las informaciones de WikiLeaks».
Sobre la fortuna de los Castro descrita por
Forbes, Pascual Serrano ya delimitó en 2006
cómo se calculaba. Todo este “escándalo desvelado” no es tal cosa. Y oye, es una pena porque nos gustaría conocer la fortuna de los Castro. Pero a través de un cable así, es IMPOSIBLE SABERLO.
«…se retratan las prácticas instaladas en el régimen que, como otros gobiernos marxistas, ha sido ensalzado como «incorruptible» por los comunistas del mundo».
Como conclusión: la incorruptibilidad no existe, salvo en los cadáveres de
algunos santos de la iglesia católica, por su misericordiosa obra. En cualquier caso, El País no suele ser una herramienta para descubrirla. Menos aún cuando monta la información en capas y capas de opinión y confianzas, a las que el lector no tiene acceso.
Si la tecnología nos ha acercado a un índice de inventos cada vez en un margen menor de espacio-tiempo, y esto viene unido a nuevos conceptos de multiculturalidad, compartir al instante (Internet, telefonía móvil, etc)… ahora se intenta un periodismo de investigación inmediato. Pero ambos conceptos juntos son inconcebibles, una paradoja sin escapatoria. En Tercera Información somos conscientes de que no se puede pretender «descubrir América» todos los días. Los cables sirven para señalar lo que está en un sitio, y es relevante de ser señalado. No queremos (ni podemos) competir con esa lógica enfermiza de periodismo revolucionario en el café de cada día, sin datos, solo con interpretaciones. Un cebatil, un empacho catártico de agresiones gratuitas. Una sublimación de la rigurosidad. ¿Lo quieren los lectores e informadores?
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Noticia desmontada, 22 enero: El País: 
Aunque es pronto para saber el verdadero alcance de las últimas medidas financieras del gobierno no quiero dejar de manifestar mi opinión y preocupaciones sobre lo que se sabe de ellas hasta el momento.
Lo que precisamente ha fallado de las cajas de ahorros es que en lugar de servir a los intereses públicos han actuado con la lógica de la banca privada y ahora se les quiere convertir en esto último. Justo lo contrario de lo que se debería hacer.
AQUI hay MANDANGA 
